Uno de mis propósitos para el 2017 es “volver por aquí”
después de tres años casi desaparecida. ¿Qué ha pasado en este tiempo? Pues por
mi parte, he viajado, he volado, he trabajado mucho en coaching y mentoring…y
por parte del mundo, todo se ha vuelto “transformación digital”.
Así que me puesto a leer sobre el tema, e incluso he hecho
algún curso al respecto, pero lo que yo veo en el día a día de las pequeñas/medianas empresas está bastante
alejado de lo que aparece en los medios. Sí que es verdad que las apps nos
simplifican la vida, que hace mucho tiempo que no piso una oficina bancaria,
que cada vez conozco más gente que trabaja (al menos parcialmente) conectándose
desde casa…pero también es verdad que el grueso de mis clientes de coaching
siguen prefiriendo las sesiones presenciales, y que en los programas de
desarrollo directivo en los que participo, a pesar de contar con buenas
tutorías y foros que facilitan la interacción y el trato personalizado, valoran
las sesiones presenciales mucho más que cualquier otro de los elementos del programa.
¿Por qué se produce todo esto? Entiendo que en parte es por
el carácter latino, esa necesidad de “vernos y olernos” para generar intimidad
y confianza (algo fundamental si queremos producir un cambio sostenible, sea
con la técnica que sea). Confío en que los chatbots y el machinelearning tarden aún en generar esas sensaciones, puede que sean percibidas
como el último reducto “sólido” en unos tiemposcada vez más líquidos.
Por otro lado, es cierto que en grandes compañías se avanza
en la digitalización pero, ¿Qué ocurre con las pymes no tecnológicas? Es cierto
que con la mente entrenada de un ingeniero o un economista se pueden visualizar
y simplificar procesos, calcular el retorno de la inversión…y ser constantes y
perseverantes. ¿Qué es lo que hace “fallar” a los demás a mitad de camino?
Pues, entre otras cosas, una inadecuada definición de objetivos, un centrarse
en el qué y el cómo sin haber concretado un “Para qué” inspirador, motivador y
realista a la vez. Y un “Pepito Grillo” que te acompañe durante el proceso, que
te ayude a afrontar los miedos, a valorar las ventajas y desventajas del
cambio… ¿Se os ocurre alguien con ese perfil ;P?
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