sábado, 28 de diciembre de 2013

Reforma educativa II: de "La Bola de Cristal" al Trabajo del Futuro


El otro día, de compras por una zona comercial de Madrid me quedé ojiplática al escuchar la conversación de un grupo de amigas que estaban a mi lado probándose zapatos. “Ayer no pude ayudar al niño a hacer sus deberes, tenía que dividir 150 entre 12 y yo no sé cómo hacerlo”. “Pero mujer-le replicaba otra-tampoco es tan complicado”. “Ya-contestaba la primera-, pero es que yo desde los 16 no he vuelto a tocar las matemáticas, soy de letras puras y si tengo que hacer una cuenta, uso la calculadora”.
Recordé las veces que en casa me han reprochado mi incultura general (soy oveja de letras en casa de ciencias) porque mis conocimientos acerca de culombios y faradios se limitan a lo que cantaban en la sintonía de la Bola de Cristal
 
¿Será verdad que Google y sus secuaces nos están volviendo estúpidos? ¿O eso viene de otro lado, como muy bien señalaba Juan José Millás en su artículo del pasado 26 de diciembre?


Todo el grupo de amigas parecían estar por debajo de los 40, pero no creo que fueran “hijas de la LOGSE”. Todas ellas parecían haber pasado por algún tipo de Educación Superior…pero ¿para qué? Quiero decir: ¿cuál es el objetivo de la Universidad Española, tal y como la tenemos planteada? Porque, de verdad, que yo no la entiendo.
 
Voy a contar algo que me ocurrió personalmente: curso de verano en una Fundación de una importante Universidad española. 100 horas lectivas, dirigido a profesionales del sector de los RRHH, bastantes participantes de este perfil provenientes de empresas latinoamericanas…y gran parte de los profesores mostrando un gran desconocimiento (en parte lógico) y un profundo desprecio (completamente ilógico) por el mundo empresarial. Por otro lado tenemos a las compañías científico-tecnológicas, con vacantes profesionales sin cubrir por “escasez de talento”, a pesar de la progresiva reducción de materias humanísticas en pro de las más “funcionales” en el curriculum académico…
Todos tenemos claro que un título ya no garantiza el acceso a un trabajo (que, por cierto, se redefine a cada rato)
 
 
Entonces, ¿qué nos da? ¿Una base de cultura general (visto lo visto, parece que no)? ¿Una especialización técnica? Pues parece que tampoco. ¿Hacia dónde debería ir entonces? Pues parece que a enseñarnos a pensar, a tener capacidad crítica para poder elegir en momentos de incertidumbre, a asumir responsabilidades respecto de los propios compromisos, a no repetir los errores del pasado…y a lo mejor para todo eso, deberíamos volver a replantearnos qué es La Educación.
 

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