A lo largo de mi vida
profesional me han pedido muchas veces que diera un curso de Liderazgo. “¿Y eso
del liderazgo para vosotros qué es?” preguntaba yo para centrar el tiro. “Pues qué
va a ser, Liderazgo, convencer a las personas y eso”. Y si seguía preguntando
empezaban a mirarme con mala cara, como sospechando si yo era o no la persona
para impartir ese curso.
Luego, en el momento
de la verdad, me he encontrado de todo: personas que ocasionalmente tenían un
equipo de uno o dos a su cargo mezcladas con otros que tenían bajo su
responsabilidad alrededor de 300 personas; coordinadores de voluntarios
mezclados con otros pertenecientes a cuerpos muy jerarquizados y casi
“paramilitares”…lo más curioso fue un curso en el que ninguno de los participantes
había tenido (ni se esperaba que tuviera por su plan de carrera) a nadie a su
cargo, ni ejercía labores de coordinación funcional de ningún equipo de
proyecto, ni nada que se le pareciera, ¿por qué pidieron un curso de liderazgo,
hablando del desarrollo del equipo, corregir comportamientos, aunar esfuerzos
para un objetivo común, buscar la complementariedad etc???
Aún me lo estoy
preguntando.
Hay liderazgo de todos los colores: Emocional, Situacional, Transformacional, Carismático, incluso como explica Susan Cain en una charla Ted, hasta el Liderazgo Introvertido.
Cinco películas,
cinco líderes completamente diferentes
Por todo esto inicio
hoy una serie de post, en los que veremos si es cierto que ha evolucionado tanto el liderazgo, o en el fondo sigue enfocándose de la misma manera.
Un poco de Historia Antigua
No soy experta en el
tema, ni siquiera especialmente aficionada a la Historia, y tampoco es mi
objetivo hacer un recorrido exhaustivo de los grandes líderes de la Humanidad, así que hoy voy a cantar de oído.
Este artículo es sólo un reflejo de lo sorprendente que me resulta saber cuánto
tiempo llevamos los humanos observando y reflexionando acerca de las
“herramientas” que utilizan algunas personas para conseguir influir a los
demás.
Paige, en 1977, dijo
que todas las sociedades han creado mitos para proporcionar explicaciones
aceptables para el dominio de sus líderes y la sumisión de sus subordinados:
Moisés, Héctor, Ramsés II…¿verdad o mentira? En cualquier caso, diferentes
estilos, pero todos recordados en nuestros días porque alguien, en su momento,
dedicó tiempo a su estudio.
También la civilización Egipcia ha dejado diferentes documentos sobre la gestión de los equipos para la realización de sus grandes construcciones. Es el caso de Ptah-hopet ,
que hacia el siglo XXIV
a. C. escribió un libro con recetas e instrucciones sobre el comportamiento del
jefe (probablemente basado en la construcción de la pirámide de Keops, en la
que trabajaron profesionales altamente cualificados), y que fue utilizado por
sus seguidores hasta cinco siglos
después. Más tarde el Código de Hammurabi recogía la importancia del pensamiento administrativo y el control de
las personas y procesos en la época.
En el 500 a.c. en el
libro “El Arte de la Guerra” (Sun Tzu) se explican todos los principios que ha
de manejar un líder para enfrentarse a la guerra y vencer. Se plantean
principios estratégicos que han permanecido vigentes hasta nuestros días y que
se han trasladado a la gestión de las organizaciones, equipos y empresas.
La civilización griega
se caracteriza por es una de las culturas más desarrolladas en materia
de filosofía, arte, pensamiento, religión y economía. Entre otras muchas
aportaciones, Aristóteles recomienda que sean los filosos los que gobiernen,
y Platón desarrolla un nuevo estilo de gobierno, basado en la democracia.
En materia militar, Ciro, en el siglo V a. C. planteó
una asignación de tareas de acuerdo a las especializaciones y capacidades de cada
individuo. Pero son los romanos, con su gran imperio, los que establecen un
sistema de gobierno centrado en una de las claves de la gestión actual: la delegación.
Al finalizar el siglo III a.C. en Roma Catón usó la descripción de funciones
para definir el papel de cada individuo en el Imperio. Al cambiar de siglo,
Varrón demostró su preocupación por establecer un proceso de selección de mano
de obra agrícola teniendo en cuenta las habilidades, destrezas y aptitudes.
Es así como en el siglo III a.C., cuando
Diocleciano fue nombrado emperador de Roma, utilizó descripciones de funciones
para generar la organización del imperio ya que deseaban la conquista de nuevos
territorios y pueblos. Entonces estableció un sistema de organización que hacía
hincapié en la delegación sucesiva de autoridad civil, no militar, ya que el
tamaño del Imperio impedía su administración en forma centralizada.
Vemos así que, desde el principio, los
estudiosos del “Liderazgo” siguen una de estas corrientes:
·
El líder
bondadoso, próximo, sabio y discreto, que influye en sus seguidores a través
del propio ejemplo y la coherencia personal
·
El líder “administrador”,
más distante, que se preocupa de crear normas y procedimientos eficientes, que
influye en sus seguidores dando instrucciones claras de qué hacer (y qué
ocurrirá si no se hace). Me resulta muy curioso ver cómo este estilo está
fuertemente entremezclado con el desarrollo de los grandes ejércitos:
efectivamente el término Estratega no tiene por qué estar pegado al campo de
batalla para mantener todo su sentido original.
¿Y tú, crees que estas dos Escuelas han pasado completamente a la Historia, o de algún modo permanecen??
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