Ése es el asombroso comentario que me hizo un ex alumno a
quien me encontré por los pasillos de un centro de Formación donde colaboro. La
semana anterior habíamos compartido un curso donde trabajamos el conocimiento
de uno mismo, la comunicación interpersonal…y él se quejaba de la imposibilidad
para comunicarse con su jefe: “estamos al lado y me manda correos electrónicos.
Y si es algo más complicado, cuando se dirige a mí, jamás me mira”.
Y yo
me pregunto, ¿cuántos errores, duplicidades y malos entendidos puede haber
provocado esta ausencia de comunicación? ¿Qué impacto tiene esto sobre los
números del negocio?, ¿Se lo pueden permitir? Dicen que la gran asignatura
pendiente de los RRHH son las métricas de los asuntos más soft y su
extrapolación a resultados contantes y sonantes: tal vez no haya una relación
causal directa entre las acciones de desarrollo y los resultados, pero hay una
fuerte correlación positiva como demuestran los estudios del Great Place toWork. ).
Entiendo que en la situación que estamos hay que reducir costes, bajar precios,
ajustarnos el cinturón…pero ¿hasta dónde? Hay un momento en que la eficiencia
llega a un límite y a partir de ahí llegamos al caos, como está ocurriendo con
las tasas de desempleo y las vacantes que no se cubren (la curva de Beveridge
es implacable ).
En mi humilde opinión, creo que ha llegado el momento de
reducir el número de políticas corporativas (vamos, de hacer menos cosas) que
su profundidad: focalizarse más en el impacto de la formación que en el número
de horas; ser creativos y atrevidos en la utilización de estrategias y
metodologías de desarrollo (blended learning, coaching grupal); y sobre todo,
no perder de vista que el objetivo de las áreas de RRHH es apoyar al resto de
la organización y no su autojustificación.
En cualquier caso, Fernando estaba asombrado con el nuevo
comportamiento de su jefe, un poco sin saber qué hacer ante tanta nueva
información…pero profundamente satisfecho por haber conseguido cambios en su
entorno.
Y yo también, por la parte que me toca.
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